Hace unos cuantos días me invitaron a participar en un proyecto chulísimo que seguro ya conocéis, el Project Book que preparan con mucho cariño cada mes
Ana María y
Cristina.
En un primer momento me ilusioné muchísimo, siempre gusta que cuenten con una servidora para estas colaboraciones, pero luego di con el problema: no estoy haciendo el project book que por si no sabéis de qué va, consiste en coger un libro antiguo para poder alterarlo mes a mes con el reto que ellas nos proponen.
Mi cabezota se puso a pensar y al final acordamos hacer un mini álbum con un libro alterado como base con unas cuantas fotos de nuestra escapada veraniega a Jaca de cuatro días.
Cuando a alguien que le gusta la fotografía lleva tiempo sin hacer fotos, cuando tiene la oportunidad es como desatar a la fiera, así que hice tantas fotos en esos cuatro días, que al final decidí que haría distintos minis porque en uno solo era imposible. Así que, finalmente, el mini es de una excursión que hicimos en un único día, la ruta de los lagos, muy pero que muy recomendable.
El libro base que he usado es un libro pequeño, de 10 x 15 cm y lo que creía en un principio sería una ventaja, al final ha sido un inconveniente. Además, era un libro bastante antiguo por lo que es lomo sufrió bastante y he tenido que ir reforzando la estructura porque se me iba desmontando por momentos.
En mi día a día soy muy perfeccionista pero en el scrap no me gusta medir ni calcular, así que no calculé las páginas que tenía que coser juntas ni las páginas que iba arrancando para ir dejando espacio,… nada de nada. Y lo mejor, es que me cuadró a la perfección.
La colección que he usado es Take me away de Pink Paislee y algunos de los adornos son de Evalicious.
En la siguiente página derecha, lo que he hecho ha sido crear un pequeño fondo con pinturas acrílicas de Martha Stewart y luego he aplicado una silk screen (es como una máscara o stencil pero hay una pequeña malla en el diseño y es ligeramente adhesiva, de manera que se consiguen unos resultados perfectos) con pintura acrílica dorada.
Las siguientes páginas son las que propuse para el reto del mes de septiembre, las vacaciones. En la página de la izquierda, he aplicado una capa de gesso y un poco de color con acrílicas de Martha Stewart, y en la esquina inferior izquierda, he pegado la foto y añadido algunos adornos.
En la página de la derecha, he doblado unas cuantas hojas por la mitad y las he pegado a las siguientes generando un pequeño bolsillo en el que poder guardar dos tags. Como véis he añadido adornos, papel crepé cosido y un toque de flores.
En la siguiente página de la izquierda cogí un stencil y pasta de modelar ligera. Es un stencil de Dear Lizzy, algo antiguo ya, formado en su totalidad por una variación de distintas flores. Es precioso, te enamoras con solo verlo.
La página de la derecha, la doble para que fuera solo media página y aquí es donde vino el sufrimiento. Una vez acabada por ambas caras, me quedé literalmente con la página en la mano. Estaba totalmente decorada, así que poco podía hacer para reforzar esa página por lo que lo único que podía hacer era poner un trocito de washi transversal en cada una de las caras de la página.
En las siguientes páginas, la de la izquierda es la otra cara de la página del sufrimiento y en la derecha he hecho una pequeña ventana en la que he cosido un acetato.
En la siguiente, como veis, decidí que tenía que reforzar el lomo por lo que añadí un trocito de tela.
En las siguientes páginas no hay fondos. En una de ellas he cogido un papel de la colección y he cubierto la totalidad del libro y en la otra he puesto dos fotos muy parecidas. Me gustaban mucho ambas y no podía decidirme por una, así que, las dos.
Lo mejor de los libros alterados son los cosidos, me vuelven loca. Las siguientes páginas son muy sencillas. De nuevo, en la de la izquierda el fondo está hecho con acrílicas y en la de la derecha he dejado las propias páginas del libro de fondo.
Y para terminar, en la última he aplicado un poquito de gesso y listo.
La portada del libro intenté pintarla, aplicando una capa de gesso primero y luego acrílicas pero no me quedaba cubierta del todo, se intuía la portada del libro por lo que, aunque no era mi idea inicial, al final decidí forrar el libro con el papel que más me gusta de la colección. No sabéis la penita que me dio usarlo.
He combinado distintos alfabetos, un adorno de madera y para darle volumen un lacito de tul blanco. Una portada muy sencillita, pero en los 10 x 15 cm que tenía, poco más podía hacer.
Espero que os haya gustado y que os animéis a participar en los retos. Quedan unos libros de ensueño.
Nos leemos,